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¡Patricias argentinas!

Por Luis Guarnerio - Desde el sur de nuestro país hemos recibido esta nota que nos parece inteligente e interesante que tiene además un pequeño copete: sin dudas es el contraste de los mersas de Landru ( nuevos ricos) mezclados con los viejos ricos empobrecidos en donde todos son clasistas "son de Recoleta" y se perdió el sentido noble de aristocracia.

 

La esquina recoletana de Juncal y Uruguay, vio alterada la calma a consecuencia de las manifestaciones de apoyo a una de las copropietarias el edificio de Juncal 1316, que además es Vicepresidente de la Nación. La copropietaria del piso superior, fue bautizada como “la vecina de Cristina” y días pasados entrevistada en el programa Arguenzuela, que se transmite por C5N.


El reportaje que Jorge Ricardo Rial (1961), le hizo a Ximena de Tezanos Pintos Mc Loughlin (1967), como ejemplo de la defección de la aristocracia (devenida en oligarquía).


El primero es hijo de inmigrantes gallegos: Victoria Millán Blanco y de Ramón Rial, habiendo sido su primera esposa fue Silvia Gabriel D’Auro (1965), en tanto que la segunda es hija de Mónica Marcela Mc Loughlin Larrain y de Manuel Mario Tezanos Pinto Mackinnon, y su primer esposo fue Alejandro José Kenny Padilla (1960). Rial es un nuevo rico, en tanto que de Ximena es una rica empobrecida. Ambos pueden reconocer antepasados almaceneros Ramón Rial (1958) y Joaquín Pinto en Buenos Aires (1758), uno de Galicia, el otro de Cantabria.


Ximena reivindica su derecho de ser reconocida como “Señora de Recoleta”; cuando lo cierto es que siguiendo su genealogía se llega a los orígenes de las Patria. Un nuevo rico y una patricia, enfrascados en la misma estupidez.


La defección de los aristócratas, se produjo cuando se vieron seducidos por el ideal de riqueza (convirtiéndose en oligarquía), abandonando definitivamente la nobleza. Esa fácil de advertir en los patriotas que tuvieron como ideal una causa común, que incluía al pueblerío. Basta con recordar a don Martín Miguel Juan de Mata Güemes Montero de Goyechea y la Corte, don Martín Miguel para sus centauros de fuego. La nobleza es algo más que la riqueza. Ximena reivindica su pertenencia al barrio, para definirse de una clase social. Privilegia una categoría social a su condición moral. Esto fue posible por el abandono de la tradición, entendida como la obligación de dar continuidad a los valores que hacen a la nacionalidad.


Haciendo un “racconto” de su “expertise”, se reconoce como “coach ontológico sin certificar”, lo que pone en evidencia que entre los ricos empobrecidos y los nuevos ricos ha calado hondo esta forma de existencialismo que considera que las respuestas se encuentran en el individuo, y que con la guía de un coach, pueden llegar a identificarse, a dar a luz. Esta corriente de pensamiento de fines del siglo XX (que tiene entre sus mentores a Leonard F. Thomas y a Alfredo Marcos Kofman, argentino asesor de Google), es una forma de individualismo materialista relacionado con la espiritualidad.


La idea de Patria, requiere de nobleza, noción que es ajena a nuestra clase dirigente, y ahí radica la razón de la desgracia argentina.

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