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Qué se hizo en la década del 90 y por qué debemos imitarlo









Hace 31 años, el Dr. Raul Alfonsín, Presidente de la Nación por la Unión Cívica Radical, le entregaba antes de tiempo el gobierno al Dr. Carlos Saúl Menem, presidente electo por el Partido Justicialista, en un contexto donde la pobreza superaba el 50% y la hiperinflación era del 5000% anual. Diez años después, el Dr. Carlos Menem entregaba un país con 23% de pobreza y 0% de inflación. ¿Cómo fue esto posible?




Luego de décadas de fracasos, por primera vez en mucho tiempo, se optaba por el libre comercio. Pero, ¿un Presidente Peronista optó por el libre comercio? Por supuesto. Menem, hombre del peronismo del interior, le gana la interna a Cafiero y logra seguir la línea que Peron quería en su tercera Presidencia, totalmente anticomunista. Recordemos y jamás olvidemos que el General Peron echó a los montoneros de la plaza.


En ese entonces, el partido que nucleaba a los liberales y los conservadores argentinos, era la UCEDE liderada por el Ingeniero Alvaro Alsogaray. Según los militantes de aquel partido, luego de la victoria del Partido Justicialista de la mano del Dr. Menem, había mucho incertidumbre sobre el rumbo que el riojano iba a tomar, pero desde la dirigencia del partido le hicieron saber a sus filas “guarda con Carlos Menem, nos va a sorprender” y así fue, el Dr. Carlos Menem formó gobierno con el peronismo y con el liberalismo.


El Dr. Domingo Cavallo se ocupó de la Cancillería los primeros dos años, entablando relaciones diplomáticas con países que veían a Argentina como un país pobre y mediocre. Básicamente, preparando las bases para recuperar la confianza. Por su parte, el Presidente mandó al congreso la Ley de Reforma del Estado, en la cual se facultó al Poder Ejecutivo para privatizar empresas estatales y disolver entes estatales innecesarios.


Las privatizaciones fueron necesarias, se debía equilibrar el déficit fiscal que no permitía volver a crecer así como también equilibrar los balances del estado, pues sin equilibrio era imposible establecer una convertibilidad. En el año 91, el Presidente Menem anuncia el Decreto de Desregulacion de la Economía, en el cual se eliminaron impuestos, regulaciones y colegios profesionales como nunca antes en la historia argentina.


Con idas y vueltas, en los primeros dos años si bien el rumbo económico del país había mejorado, no era lo deseado. Es por esto que Menem le ofrece el Ministerio de Economía al Dr. Domingo Cavallo, quien pone condiciones para asumir. Recientemente el Dr. Cavallo manifesto que el éxito de su gestión se debía no solo a tener las ideas correctas, sino a la habilidad política de Menem para permitirle llevarlas a cabo. El Dr. Cavallo contó que siempre en la historia el Presidente habia elegido a las segundas y terceras líneas del Ministerio de Economía, y que si él asumía, tenia que ser con su propio equipo económico. El Dr. Menem, siendo revolucionario como siempre, acepta esto, entonces Cavallo asume como Super Ministro. ¿Por qué Súper Ministro? Porque era el Ministro de Economía, de Obras y de Servicios Públicos de la Nación.


Ya como Súper Ministro, Cavallo encara la tan famosa y efectiva Ley de Convertibilidad, en la que se le ata las manos al Banco Central. Es decir, Cavallo le prohíbe a los políticos argentinos falsificar moneda como sistemáticamente habían hecho durante toda la historia y como continuaron haciendolo luego de que Duhalde haga la pesificación compulsiva. Así, la Argentina encaró un período de 10 años sin inflación.


Muchos asocian la convertibilidad con el desastre del 2001 pero esto no tiene nada que ver. Es más, en las elecciones del 99, De la Rua (radical) proponía seguir con la convertibilidad y Duhalde (peronista) queria salir. Gano De La Rua. La gente QUERÍA convertibilidad. El problema es casi siempre el mismo en la Argentina, gastamos más de lo que recaudamos.


El Presidente Menem daba los mensajes que el mundo occidental y civilizado quiere escuchar. “El que quiera tener éxito, va a tener que competir” decia el Presidente. Y así fue: Argentina, durante el menemismo, tuvo un promedio de crecimiento del PBI del 7% y una inflación promedio del 2%.


Pero no solo eso, en el menemismo se eliminaron las retenciones a las exportaciones y los aranceles a las importaciones. Y acá el crecimiento de las exportaciones ajustada en millones de U$D:


1989: 9.579

1990: 9.000

1991: 11.978

1992: 12.235

1993: 13.118

1994: 15.839

1995: 20.963

1996: 23.811

1997: 26.431

1998: 26.434

1999: 23.309


Sin duda el menemismo fue el mejor amigo del campo argentino en los últimos 100 años. Le llevó 100 años a los productores argentinos llegar a la marca de 32 millones de toneladas anuales de producción y sólo 10 años duplicarla entre 1989 y 1999. Eso fue consecuencia de la eliminación de retenciones, la baja inflación y el TC único. De acá podemos afirmar que el programa distribucionista de ultra izquierda que fue el kirchnerismo sólo pudo ser llevado a cabo gracias al crecimiento que vivió el país en los 90, pero eso lo dejamos para otro día.


El libre comercio significa que tenés acceso a más mercados. No hay forma de generar riqueza sin libre comercio. No es una expresión de deseo, es evidencia empírica.

La industria automotriz durante el menemismo creció un 300%.

Producción de Automotores (unidades)


1989: 128.000

1990: 100.000

1991: 139.000

1992: 262.000

1993: 342.000

1994: 409.000

1995: 285.000

1996: 313.000

1997: 446.000

1998: 458.000


Hay un trabajo de Gerardo de la Paolera que se llama Passing the Buck. El artículo lo que hace es desarrollar un indicador que se llama índice de presión macroeconómica y se procede a evaluar todos los gobiernos de la historia argentina. Ese trabajo demuestra que el primer gobierno del Dr. Menem es el mejor de la historia Argentina. ¿A qué viene esto? A que a mi criterio, teniendo en cuenta la situación que vivimos hoy en día los argentinos, deberíamos mirar a la década del 90 en busca de soluciones a nuestros problemas. Necesitamos un neo-menemismo que aprenda de los errores del pasado y se supere en el futuro.

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