top of page

Consejos económicos sociales y planificación estratégica

Por Gustavo E. Barbarán - “Toda política es geopolítica en tanto perspectiva global de la historia en la dinámica de los espacios” (A. Methol Ferré).

 

En un país en el cual las dirigencias políticas tropiezan con los incendios nuestros de cada día (inflación, déficit fiscal, reservas, dólar, tasas, inseguridad, planes, piquetes y etcéteras), insinuar planificación de mediano y largo plazos parece fuera del radar. Más en tiempos en que un duro liberalismo, poco proclive a aquélla, obtuvo inesperado triunfo en dieciséis provincias de menor caudal electoral. Toda una cuestión, pues tratándose de planeamiento estratégico, la participación estatal es imprescindible dado el papel convocante y articulador que le compete.

Repasando análisis y propuestas de los protagonistas, reiterados antes y después de las PASO por mass media involucrados en la grieta, casi produce un “¡ah, liberales son todos!”, que en un futuro no muy lejano producirá realineamientos políticos todavía impensados. A partir de entonces la frontera ideológica quizás se instale entre ortodoxia y heterodoxia económicas, con sus gamas intermedias. Pero esa es otra historia.

En Argentina hay claramente planificación estratégica en entidades que no podrían funcionar sin ella, generando además liderazgos positivos. Por caso, la hacen regularmente como herramienta de gestión medianas y grandes empresas, ONGs, las FF.AA en asuntos de defensa y seguridad nacional (más allá del presupuesto disponible); también se practica en ámbitos académicos. Y así siguiendo.

Ya abordamos este tema en “Sobre el Consejo Económico Social” (FPMB, edición del 27/03/2021), con motivo de su presentación a toda orquesta por el presidente A. Fernández y el secretario de Asuntos Estratégicos G. Beliz. Remitimos a los acápites “Paneo histórico” y “Antecedentes nacionales” para mayor claridad de la presente.

Planificación y geopolítica

La planificación estratégica de mediano y largo plazos es factor indispensable para (re)organizar una sociedad en problemas; a la vez garantiza a la población el reencuentro con sus valores fundacionales. Transitamos una época en que la política exterior de los Estados está condicionada por la geoeconomía regional y hay que estar preparados para los retos que vienen.

En nuestro país existen ámbitos y foros en que se refugió la reflexión geopolítica, merced a la tarea de geógrafos, estadígrafos, demógrafos, historiadores, sociólogos, filósofos, politólogos y militares. Fue la dirigencia política la que, inopinadamente, la sacó de su agenda a poco de recuperado el estado de derecho. Hay variadas explicaciones de tal abandono, que ahora no viene al caso explayar.

Así las cosas, ¿por qué los Consejos económicos sociales argentinos no logran arraigar? Esto, sin duda, va más allá de coyunturas políticas y aspiraciones inconclusas: apunta al diseño y al método.

Posibles respuestas: 1- falta de visión geopolítica nacional, en tanto basamento de estrategias sustantivas, vertebradora de una Argentina desarticulada; 2- las agendas de los Consejos expresan las legítimas aspiraciones de los sectores civiles, cuanto más amplio el debate en ellos más legítimas las medidas consensuadas; 3- los añejos desequilibrios estructurales -económicos, sociales y demográficos- que padece la Argentina no se abordan con criterio geoestratégico.

El Consejo Económico Social “nacional”

Creado por decreto nº 124 de febrero de 2021, se justificó en 23 considerandos (que vale la pena conocer) ante la necesidad de “generar análisis y propuestas que permitan pensar políticas a largo plazo, independientemente de quién esté a cargo del gobierno”. Bien ahí.

Está integrado por 37 instituciones convocadas por la Casa Rosada entre las principales centrales empresarias y sindicales, academias y universidades “nacionales”, incluso un cierto Movimiento Nacional Campesino Indígena de dudosa representatividad dentro de las comunidades indígenas argentinas.

En lo que va de su andar, este Consejo propició numerosas actividades y foros en distintas ciudades sobre temáticas centrípetas, más disertaciones especiales y pronunciamientos, que constan en la ventana “Noticias” de su página oficial (https://www.argentina.gob.ar/consejo/noticias).

El 30 de marzo 2022 se presentó una “agenda federal productiva”, con tres ejes de acción: recuperación del tejido productivo argentino, oportunidades de empleo e inclusión, consensos, pluralidad y amistad social. En esa línea se anunció un Plan Quinquenal del Agua, un “análisis de la cuestión de la Hidrovía”, instalación de un Centro Internacional de Inteligencia Artificial, una Agencia Nacional de Políticas Públicas y otros ambiciosos planes cuya concreción es de difícil seguimiento (ver https://www.argentina.gob.ar/noticias/junto-al-presidente-alberto-fernandez-el-con sejo-economico-y-social-presento-la-agenda).

Párrafo especial merece lo referido a la jerarquía legal de un Consejo creado por decreto, “para ampliarlo y extenderlo al resto del país de forma dinámica e inclusiva”. Para ello el gobierno nacional recurrió a... consultorías internacionales y a Naciones Unidas. Algunas provincias fueron consultadas, pero nadie sabe qué margen habrá para una futura ley de concepción federalista.

Casi un año después, en sesión encabezada por la nueva secretaria de Asuntos Estratégicos, M. Marcó del Pont, se presentaron los lineamientos centrales para 2023: convivencia democrática, educación para el trabajo, seguridad alimentaria y transición energética, priorizando proyectos de ley sobre la economía del hidrógeno, la promoción del crédito hipotecario y el impulso de la actividad agro industrial (https://www.argentina.gob.ar/noticias/el-consejo-economico-y-social-acor do-la-agenda-de-trabajo-2023). Tampoco es factible verificar con certeza qué sucedió luego de esos anuncios y qué políticas públicas concretas generaron.

Como se advierte, difieren las propuestas de esas agendas aunque en ambos casos se nota la carencia de un marco geoestratégico referencial. Basamos esta observación en dos datos: la ingente variedad de temas propuestos por el gobierno central, la indefinición de prioridades considerando las diversidades regionales y provinciales.

Consejos provinciales y COFES

El considerando 13 del decreto nº 124 reconoce expresamente la existencia de los CES provinciales, sin referencias a posibles articulaciones interjurisdiccionales. ¿Y si la agenda “federal” no coincide con la agenda “nacional”?

En nuestra mencionada nota anterior informamos que la CABA, Chaco, Entre Ríos, Formosa, La Pampa, La Rioja, Neuquén, Salta y Santiago del Estero, los han instituido en sus constituciones provinciales. Buenos Aires, Catamarca, Córdoba, Corrientes, Mendoza, Misiones, Río Negro, San Juan, San Luis, Santa Fe, Tierra del Fuego y Tucumán, crearon sus consejos mediante leyes o decretos, igualmente enfocados en coordinar la participación ciudadana.

Cabe señalar que varios consejos distritales dejaron de funcionar por desinterés de los actores políticos y también de los sectores sociales convocados; o ambas circunstancias, probablemente. No es fácil desarrollar la cultura cívica del debate permanente y profundo para discutir y acordar políticas estratégicas, enmarcadas en una geopolítica nacional que redefina nuestros intereses nacionales permanentes en esta era multipolar.

Por su lado, el Consejo Federal Económico Social (COFES, creado en diciembre 2014), nuclea a 23 consejos distritales, los cuales se reunían periódicamente hasta la pandemia. Su objetivo central era precisamente la constitución de un consejo con raigambre federal. Si bien carece de personería por su condición de acuerdo intergubernamental subnacional, cuenta con una secretaría pro tempore rotativa. No tiene una página en internet y la información sobre sus actividades aparece en sitios oficiales de consejos provinciales.

En la última sesión del COFES celebrada en la CABA a inicios de julio pasado, continuando la propuesta de relanzamiento instada en 2022 por el Consejo riocuartense, participaron apenas ocho: Ciudad Autónoma, Chaco, Corrientes, Salta, Santa Fe, Tierra del Fuego, y los de las ciudades de Río Cuarto y Rosario. Los asuntos tratados fueron nuevos paradigmas educativos, estrategias y acciones para el desarrollo productivo, perspectiva de género y diversidad, iniciativas de transformación urbana, justicia abierta, innovación y modernización. Nuevamente, siendo temas de análisis necesarios, tampoco se abordan con perspectiva de mediano y largo plazos.

El caso de Salta

Su Consejo Económico Social fue incluido en el art. 77 de la Constitución reformada en 1986, dentro del capítulo económico de la parte dogmática. Sin embargo, el Poder Legislativo tardó 27 años en implementarlo. La causa murmurada de tal morosidad fue la suspicacia de cierta dirigencia de considerarlo como una especie de legislatura paralela. Incuria e ignorancia sustentaban tal apreciación y demoraban su instalación.

Desde 1986 a 2013, la sociedad civil presionó de distintas maneras a los sucesivos gobiernos locales, reclamando su creación ante la falta de respuestas políticas concretas a viejos reclamos sectoriales.

Así, en 2009, la prestigiosa Fundación Salta de vasta actividad cultural, convocó a un debate amplio “para pensar entre todos los salteños un proyecto sugerente que nos convoque a construir un destino común”. Asistida técnicamente por la Escuela de Negocios de la Universidad Austral, definió un programa a desarrollar durante tres años, en cuyo transcurso se constituyeron talleres de trabajo integrados por alrededor de 150 instituciones públicas y privadas gravitantes, incluidas UCaSal y UNSa.

En la tercera etapa -“Formulación de proyectos estratégicos”-, más de 500 representantes asistidos por un grupo de consultores-coordinadores subsidiados por el BID, debatieron y consensuaron planes generados en 37 mesas sectoriales.

La cuarta y última etapa fue la de su implementación. El poder ejecutivo provincial, rápido de reflejos, adoptó el “Plan de Desarrollo Estratégico - Salta 2030” (disponible en http://www.pdes20 30.com.ar/), mediante decreto nº 2.478/2012. El incontrastable hecho de una sociedad civil decidida a participar, precipitó la sanción de la ley nº 7.784 de creación del Consejo Económico Social de la Provincia de Salta en octubre de 2013, un “órgano colegiado y consultivo del Poder Ejecutivo de la Provincia, en materia de planes económico-sociales, culturales, científicos y tecnológicos”. Siguiendo lineamientos constitucionales, sus dictámenes no son vinculantes pero es obligatorio consultarlo cuando se trata de planes estratégicos.

Otro dato importante es la obligación impuesta por el art. 2.4 de la ley sobre realizar puntual seguimiento del Plan “en función de la evolución de las condiciones para el desarrollo provincial” . Esto implica que los dictámenes y resoluciones del Consejo deben tener de guía el PDES-2030, en tanto expresión de necesidades e intereses legítimos de los sectores involucrados, ya debatidos. Consecuentemente, los sucesivos gobiernos están constreñidos a implementar sus políticas en función de líneas estratégicas preconcebidas, aunque obviamente susceptibles de ampliación y actualización.

Con motivo de cumplirse 10 años de su creación, se aprobó a principios de agosto la reforma del Reglamento de Funcionamiento del CESS, con tres aspectos para destacar: 1- en diciembre próximo, el nuevo presidente del Consejo saldrá de una terna seleccionada de un plenario de miembros; 2- en adelante, cualquier entidad podrá someter a estudio del Consejo temas estratégicos para dictámenes del plenario, sin perjuicio de los asuntos que el gobierno provincial eleve a su estudio; 3- dado que la membresía está acotada por ley (26 entidades en la actualidad), cualquier otra que desee presentar proyectos podrá hacerlo a través de Comisiones ad hoc que se pueden formar en función de las necesidades; éstas tienen su propio reglamento, y los participantes cuentan con voz y voto, pero los dictámenes elaborados en esa instancia necesariamente serán considerados por el plenario del Consejo. Toda esta información se halla disponible en https://cessalta.org.ar/.

A modo de cierre

En las PASO, ningún protagonista (en apreciación de este autor) explicitó su proyecto de país con la hoja de ruta. Antes bien, las propuestas giraban aburridamente en la noria de la eterna coyuntura, apuntando a los votos de los dos distritos que suman el 40% de la voluntad electoral argentina. Unos cuantos árboles siguen impidiendo ver la espesura del bosque.

Los asuntos planteados en el Consejo Económico “nacional” y los habilitados en las reuniones del COFES sin dudas tienen que discutirse, pero es evidente hacen más a políticas de gobierno, conceptualmente distintas a políticas de Estado. La diferencia es sustancial, pues las primeras muestran un modelo de gobierno, mientras las segundas corresponden a un proyecto de país.

En este momento argentino en que muchos tememos que los candidatos salten al vacío, algunos analistas recuerdan aquella consigna que permitió a Ludwig Erhard a suceder nada menos que a Konrad Adenauer: “tanto mercado como sea posible, tanto Estado como sea necesario”, imaginando aquella economía social de mercado que luego afianzó el socialdemócrata Willy Brandt. A los alemanes les salió bien y pudieron reconstruir su devastada economía, para iniciar el derrotero de un mercado común europeo de la mano con Francia.

Ahora tal vez sea el tiempo de quienes intentarán una salida parecida pero, en estas latitudes, ¿tenemos un “estadómetro” y acaso quién y cómo lo calibra?


Coda: en este artículo mencionamos varias veces “visión geopolítica” y “geoestrategia”. Nuestra posición ha sido reflejada en “Geopolítica, geoestrategia, región”, nota publicada por el Foro Patriótico el 26/09/2020.

bottom of page