Francisco Candioti había nacido en Santa Fe un 23 de agosto de 1743 y fue el hombre más rico del Río de la Plata. Miembro de la poderosa y tradicional familia Vera Mujica, se dedicó desde joven al comercio fluvial. Por corto tiempo fue comandante de fronteras de la ciudad de Coquimbo en Chile, pero pronto regresó a Santa Fe, dedicándose desde entonces al comercio de mulas, entre su provincia y Salta. Lo que le dio mucha ganancia, a tal punto que invirtió en la compra de estancias en la provincia de Entre Ríos, llegando a poseer unas 750 mil hectáreas, donde pastaban 250 mil vacunos y 300 mil caballos y mulas. También tenía tierras en el Perú y en la ciudad chilena de La Serena.
Los Santafecinos le pusieron un mote que lo hizo famoso, “príncipe de los gauchos”. Su aspecto, su presencia, condecía con el apodo de príncipe, lo que resultaba extraño era lo de gaucho, porque realmente distaba mucho de serlo, tanto por su ropa, sus lujos, como su manera de vivir, salvo que se pasaba el día a caballo, y no se bajaba más que para comer y dormir. Eso si, su caballo era deslumbrante, todo ataviado de fina plata. Y también tenía un trato muy amistoso con los indígenas del Chaco, a quienes pagaba peajes por el paso por sus tierras. ¡Si, comprendieron bien, él les pagaba! y, en caso de necesidad, dirigía la defensa de Santa Fe con ayuda de las divisiones conformadas por tribus. Según los santafesinos, muchos de los capataces de sus estancias eran sus hijos naturales; y tuvo dos hijas legítimas, herederas de todos sus bienes, los que obviamente no fueron pocos.
En 1810 prestó su apoyo a la Revolución de Mayo, contribuyendo incluso económicamente a ella. Progresivamente se inclinó hacia el federalismo de Artigas cuando éste se enfrentó a los triunviratos y al Directorio de Alvear.
Cuando los artiguistas derrotaron a los porteños en Entre Ríos, Candioti medió entre el Directorio y Artigas, firmando con éste un tratado de paz en Belén. Con el apoyo del oriental fue nombrado gobernador de la Provincia. Cargo en que estuvo muy poco tiempo, ya que enfermó de gravedad, falleciendo el 27 de agosto de 1815.
Durante su mandato se dedicó a lograr la defensa contra los indígenas del Chaco organizando fortines, firmando tratados de paz y enviándoles misioneros franciscanos.
Sin duda, Francisco Candioti, fue un gaucho cabal.